26 noviembre 2013

primaveral

da para salir de la cueva
algunos minutos
y recorrer los suculentos espacios vacíos
que enarbolan tus pestañas

fue la primavera
- enardecedora de manicomios –
la que desparramó las alpargatas
y descoció las pastillitas de colores.

saltábamos
gritábamos
éramos sienes que ardían y gemían
nos golpeábamos
una vez
dos veces
siempre.
tratábamos de vivir
- y fallamos –

pero descubrimos
que los ángeles no tienen alas
ni viven engrapados en arpas doradas

también descubrimos
que la multitud estaba equivocada
que la muerte era eficaz
y los parlantes decían mentiras

encontrábamos coincidencias en el desamor
dolores en el teflón
y la lluvia caía de a montones sobre nuestras espaldas
y la lluvia caía de a montones sobre nuestros reflejos
y la lluvia caía de a montones sobre nuestros escombros
la lluvia caía
decía la tele-visión
- nos empapabamos de sermones -
y corríamos entre lineas 

da para salir al sol algunos minutos
y ver
como las miserias
viven de mí

18 noviembre 2013

ALIENADAS

29 días, 12 horas, 43 minutos y 12 segundos
fue lo que duró
el éxtasis.
atravesó las guadañas sólo
para encontrarse con ella.

(allí encontró olvido)

cuando las jaulas dejen de hospedar
miedos
quizás se logren contemplar
aquellos labios.

el perfume de la tempestad
los había llevado a la ruina
pero
en un segundo
todo comenzó otra vez.



las mariposas, trabajan por la madrugada.

05 noviembre 2013

A Wittgenstein y a Pizarnik


si fue el lenguaje el que delimitó mis piernas
y arremangó mi estupidez
¿quién soy?


caminé calles vacías
para encontrarme con mi verdad,
única y resplandeciente.
allí, sólo fui uno más.


en la vergüenza escondí 
mis deseos,
mis anhelos, tu sonrisa.
descubrí ser lo que no quería;
descubrí lo cerca que estoy del ocaso, del más allá.
no le temo a la desidia de no existir,
ya que aquí no estoy existiendo.


¿sigo vivo?
¿o mi mente otra vez está bailando?
en el espacio verde, el cielo es verde,
las montañas son verdes. pero al final, la vida es vida:
dolorosa, incomprensible, intragable.


pensé que mi cabeza tenía razón:
es que todo encuadraba
en los márgenes que pretendía,
en las jaulas que habitaba.


dentro de aquella jaula me vi, 
arrodillado entre escritos,
adentrándome en ellos sin comprenderlos,
idolatrando mi Narciso.
cuando caminé un paso sin pensar,


entendí que la lógica era improbable:
que la noche oscura, era brillante.
que el día soleado, era triste.
que el fuerte viento, no me movía un pelo.
que el cielo, estaba en mis manos.
que la muerte, por fin, y para siempre,
me abrazaba.