26 febrero 2014

notas rosas


¡no te quiero soñar más!
no tolero que aparezcas cual demonio por mis
atolondradas pesadillas taciturnas.

siempre allí te beso, te conquisto.
siempre allí me abrazas y descuartizas.

somos lindos y felices; no nos conocemos.
nos desatormentamos,
vamos a fiestas interminables donde
arturito está presente y nos indaga y señala.

somos inmortales que sucumben a
la tentación del roce y el despilfarro. nos odiamos
capitalistas y conformes;
pero repetimos y fingimos.

(no te quiero ver más por acá/
no me sigas enfermando)

en este insomnio,
donde sueño más que confortablemente dormido,
la alegría, es sólo brasilera.


19 febrero 2014

sobre las vacas y yo

me pusieron 8 vacunas para modificarme genéticamente y
estar a tono con la sociedad. hoy puedo decir a los cuatro vientos
que soy parte. estoy feliz de poder transitar la ruta en colectivo,
de tener DNI que me identifique como persona rubia sin antecedentes
y de la Córdoba gringa.
 - a veces veo las vacas maltratadas en mataderos
y frigoríficos; y luego las veo en mi plato. son mi cena, me duele pero me alimento.
me desmadro con el vino así no exploto.
entonces sigo: me educo para tener poder y ser legitimo a la hora de
hablar (para que el mundo me quiera).  a las vacas no las educan, ya saben que van a morir.
yo no. me dijeron de chico que cuide mi moral así

en la otra vida, en el más allá, en la inmediatez de la eternidad,
pueda estar tranquilo y seguro de que hice las cosas bien.
¿las vacas van al cielo?
¿mi pito vendrá conmigo a pesar de sus pensamientos herejes?

soy consciente de que el avance de la tecnología es avance
que no se puede controlar, por eso las vacas no tienen celular
y  se comunican a través de las miradas.

¿alguna vez te frenaste a mirar a los ojos a una vaca?
ellas tienen el valor de sostener la mirada, debe ser
porque saben que van a morir. yo, en cambio, no.
no moriré porque tengo facebook. las vacas deberían recapacitar y conectarse
al mundo de una buena vez.

entonces sigo: trabajo en blanco y sueldo fijo,
horas fijas y horas extras; levanto las medias del patrón y
escalo en la marginal ruta de los ascensos ejecutivos. uso
corbata y soy mejor que vos. mejor que todos ustedes.
las vacas no pueden usar corbata, no les calza. supongo que viajan amontonadas
en la ruta porque no respetan el número de su boleto. se mezclan y se orinan
para que yo luego las pueda degustar. van sin más derecho a una muerte segura.
yo, en cambio, sé leer y respetar. y no voy a morir.

me gané el cielo aquel día en que pensé que las vacas sufren por nosotros;
me gané un cielo sin tormentas. allí espera Borges para leerme algún cuento.
las vacas no necesitan cielo porque no saben ni escuchar; yo escucho
y retengo y memorizo. soy un ser superior y en la cadena de valores
me tengo que servir de tu carne para sobrevivir.
lo admitís desde que no haces nada para cambiarlo: deberías revelarte vaca sumisa,
tal como lo hacemos nosotros ante las injusticias: cada vez que muere un pibe
lo compartimos en las redes sociales así el mundo sabe lo que está pasando.
somos seres sensibles.

vacas que hacen mu
hombres que gritan
vacas rumiantes
humanoides sojeros

¿cuál es la diferencia?

13 febrero 2014

momento preciso

Aquí, las palabras son enredos,
acróbatas sin destreza,
nudos estomacales,
dolores de cabeza.

No puedo escribir si no es para quejarme
o para suicidarme lentamente
como el goteo de una canilla desajustada,
pequeño, insignificante
pero capaz de acabar con el agua del planeta,
sólo en cuestión de tiempo.

En este momento, 
sé con seguridad 
que el tiempo es otro enredo,
del cual no quiero hablar ahora.

Quizás mañana,

si tengo tiempo. 

11 febrero 2014

resumen de cuentas

Vibra la mesa y vibra el viento:
empiezo a temblar por lo que será.
Espero sea lo que todo el tiempo quise:
ese pedido de un abrazo mío
que te acompañe en esta soledad;
así como yo deseo
un suspiro tuyo, querida, acariciando mi hiel,
desmembrando mi cien. Justo ahora.

10 febrero 2014

al frente de la tecnológica universidad está la papa

Sin límites soportaré
los contornos adorables que
nos envuelven.
Inimputables, casi vivos,
casi despiertos o muertos.
Hechos de cartón,
con las tripas revueltas, el corazón
salpicando belleza y los
parpados preparados para
bailar un brillante concierto de ópera.

La subversión en cuartos de color,
en pedazos de cielo,
en trozos de vida.
Azares de un científico lunático,
de un tubo de ensayo pinchado:
¡ciencia verdadera, cómo te esperaban mis
manos a puntos de estallar!
Qué placer es sentir tanto,
vibrar todo, mucho,
tirano y volando,
desarreglado.

noche que te vas sinsiquiera preguntarme


Qué desconcentrada estás
noche fugitiva,
noche turbia y
arremolinada.
No hay verso que te entienda,
no hay abrazo que te desintoxique
ni pañuelo que te desvele.
No existe mirada capaz
de enamorarte.
Corregís a
esos dos:
¡desfachatados!
¡inigualables!
Dedos largos, hambrientos y finos;
que se cruzan, se mezclan y se pierden.
Como las ideas,
como las olas,
como casi siempre.